martes, 16 de septiembre de 2014

Las renovables generaron más electricidad en agosto que ninguna otra fuente de energía

Un artículo de: Energias-renovables.com

Ni el uranio que llega de Uzbekistán a nuestras centrales nucleares, ni el gas procedente de Libia o Catar que queman Gas Natural Fenosa o Iberdrola en sus grandes centrales térmicas. No, las fuentes de energía que más kilovatios generaron en agosto en España fueron las renovables, es decir, el agua, el sol, el viento y la biomasa. Lo dice el último Observatorio de la Electricidad de la organización ecologista WWF, ese boletín que recoge, cada mes, las magnitudes clave de la energía eléctrica en España. [En la imagen, instalación solar fotovoltaica en un hotel del Pirineo leridano. Fuente: Sofos].

El balance eléctrico peninsular del mes de agosto de 2014 -según los datos del Observatorio de WWF- señala que el 33,8% de los kilovatios que demandamos los españoles el mes pasado los trajo el viento (13,4%), el sol (solar térmica, 4%; solar fotovoltaica, 4%), el agua (10,4%); o la biomasa (2%). El 25% de los kilovatios que consumió España salió de centrales térmicas que queman carbón. El 20,5%, de centrales nucleares. Y aproximadamente el 20% restante, de centrales térmicas que queman gas natural u otros combustibles no renovables. A pesar del buen registro renovable, las fuentes limpias de electricidad (agua, sol, biomasa y viento) generaron no obstante menos gigavatios hora (7.110 GWh) que en agosto de 2013 (7.575 GWh), sobre todo porque el viento produjo un 13,4% menos que en aquel mes del verano pasado.

Cae la demanda en el Año VI de la Crisis
Según el Observatorio, en España la producción de electricidad ha disminuido (un 2,50%) en este mes de agosto (hasta quedarse en los 21.585 GWh), en comparación con la registrada en agosto de 2013 (22.125 GWh). También ha caído la demanda total de electricidad, que "continua su senda decreciente, disminuyendo un 1,51%: en agosto de 2013 la demanda era de 20.293 GWh, mientras que la demanda del presente mes de agosto de 2014 se sitúa en los 19.990 GWh". Según la organización ecologista, la principal ventaja de las fuentes renovables, autóctonas, es que no emiten gases de efecto invernadero, por lo que no promueven el cambio climático. Además, reducen nuestra dependencia energética (España importa menos combustibles fósiles: petróleo y gas natural) y, por fin, ahorran, pues evitan la compra de derechos de emisión de CO2.



La electricidad, más sucia

Dada esa producción (cantidad de kilovatios producidos en España), y dado ese mix concreto (procedencia de cada kilovatio), el Observatorio señala que "los valores de las emisiones específicas de dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx) registrados en agosto de 2014 han sido 0,650 gramos y 0,442 gramos por kilovatio hora producido, respectivamente". Según WWF, esto significa "un aumento considerable con respecto a las cifras alcanzadas en agosto de 2013 (0,540 gramos de SO2 y 0,373 gramos de NOX, respectivamente), debido principalmente al aumento de la generación eléctrica con carbón, que genera este tipo de emisiones contaminantes". Como conclusión, la organización ecologista señala que "las emisiones medias de CO2 en agosto de 2014 fueron de 280 kilogramos de CO2 por MWh generado" (por 240 en agosto de 2013).



CO2 con denominación de origen
El Observatorio de la Electricidad de WWF se ha constituido ya en un repaso-referencia mensual de los principales indicadores eléctricos españoles y pretende conformarse asimismo en una herramienta de concienciación pública. Así, invita a todos los ciudadanos a calcular sus emisiones mensuales particulares de gases de efecto invernadero (GEI). En esta ocasión, y según sus datos, la media mensual de emisiones ha sido de 0,280 kilogramos de CO2 por kilovatio hora producido. Pues bien, para calcular tus emisiones -propone la asociación conservacionista-, debes “multiplicar tu consumo eléctrico [los kilovatios hora, kWh, que hayas pagado en la factura de ese mes] por esa cantidad [0,280]”. La cuantía resultante debe ser expresada en kilogramos de dióxido de carbono (CO2), o sea, los kilos de CO2 que ha generado tu consumo.

Lo que opina WWF
Visto lo visto, WWF, que denuncia el repunte de las emisiones totales de CO2 en España, "considera necesario un cambio urgente en las fuentes de energía, pasando de la actual quema de carbón y gas, hacia un modelo energético más limpio y sostenible que esté basado en una generación renovable". Además, esta oenegé exige a Europa "una apuesta decidida por una estrategia más ambiciosa en clima y energía para 2030" y urge al Gobierno "para que nuestro país recupere su liderazgo en materia de renovables, apostando por un modelo energético más sostenible, basado en renovables, generación distribuida y autoconsumo con balance neto, ahorro y eficiencia energética". Todo ello, en un marco sin precedentes. Y es que, según WWF, "la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzó un máximo sin precedentes en 2013".

Objetivo: 45% de energías renovables en 2030
El dato "sin precedentes" es de la Organización Meteorológica Mundial. Según los últimos informes de este organismo internacional, el dióxido de carbono (el principal gas causante del cambio climático) ha aumentado su concentración a un ritmo que no se había registrado en casi 30 años. Para reducir las emisiones, WWF "espera que se llegue a acuerdos ambiciosos y objetivos vinculantes, tanto a nivel europeo como nacional, en el próximo Consejo Europeo del 23 y 24 de octubre, donde se debatirá el futuro marco de Clima y Energía de la Unión Europea para 2030". En concreto, la organización "demanda para 2030 una política adecuada con los siguientes objetivos: un 55% de reducción de emisiones (respecto a los niveles de 1990); un 45% de energías renovables en el consumo de energía final y un 40% de ahorro y eficiencia energética respecto a los niveles de 2005".

Contra el cambio climático y la dependencia energética
Según Raquel García Monzón, Técnica de energía del Programa de Cambio Climático de WWF España, "el cambio climático es un reto sin precedentes en el que Europa debería dirigirse hacia un modelo energético más sostenible y renovable para 2030. Asimismo, tendría que conseguir una mayor seguridad energética a través del aumento de la autosuficiencia energética con el fomento de energías autóctonas, como son las renovables”. Según Monzón, "actuar de forma responsable en la lucha contra el cambio climático supone una oportunidad para generar empleo y mejorar nuestra balanza comercial, todo lo cual tendría impactos positivos en el PIB, ayudaría a disminuir la dependencia energética, a dinamizar nuestra economía y a mejorar la competitividad gracias a la reducción de costes de la energía, ya que cuanto mayor sea la entrada de renovables en la red, más se contribuye a la bajada del precio del pool en el mercado mayorista de la electricidad”.