miércoles, 27 de noviembre de 2013

Campaña OIGAME: Exige a Konecta la readmisión de Amaya.



El pasado 11 de septiembre más de 100 antidisturbios desahuciaron a Amaya, una trabajadora de 31 años que no podía hacer frente al alquiler abusivo exigido por la inmobiliaria Laudea. Una semana antes, Amaya había pedido a la empresa de telemarketing dónde trabajaba – Konecta – un cambio de turno para poder asistir a su desahucio. Ella dejó claro que el cambio se producía por asuntos de índole judicial y que en caso de denegárselo le sería imposible acudir. La respuesta de su coordinadora fue “no creo que sea posible, aunque ya eres mayorcita y conoces tus responsabilidades. Ese día no puedes faltar”. Amaya se enfrentó a su desahucio con un doble temor: perder la casa y el trabajo.



A pesar de la respuesta popular, Amaya se quedó en la calle gracias a que los antidisturbios tomaron el barrio desde primera hora de la mañana. Debido a la extraordinaria tensión de la situación, ella acabó psicológicamente destrozada y el médico de cabecera le dio unos días de baja para recuperarse. Tras aquel shock Amaya luchó para seguir adelante y conservar su empleo, pero el día 25 de octubre, de forma totalmente imprevista, fue despedida por acumulación de faltas. La carta de despido señala el día de su desahucio y los posteriores como el motivo de la extinción del contrato. Aunque la empresa reconoce que las ausencias están justificadas (con presentación del informe médico pertinente) se escuda en que la Reforma Laboral aprobada el pasado año les permite hacerlo. Para ello Konecta utilizó una maniobra que demuestra su mala fe. Los días 11 y 17 de Octubre Amaya acudió al médico por enfermedad común y, en vez de considerarlo un permiso retribuido y por tanto no computable, la empresa le pidió “baja y alta médica” para poder justificar su despido.

Las ausencias de Amaya, justificadas siempre, en ningún caso podrían considerarse un gran perjuicio para Konecta, la mayor empresa de telemarketing, que cuenta con casi 11.000 trabajadores en el estado español y facturó 211 millones de euros en 2011, con unos beneficios de casi 5 millones de euros. Su cifra de negocios ha crecido con respecto al año anterior un 14%, duplicando su negocio de explotación y consiguiendo un aumento en sus beneficios netos de un 87%.

A través de esta campaña puedes enviar un correo a los máximos responsables de Konecta y el Banco Santander (accionista mayoritario de le empresa) exigiendo la inmediata readmisión de Amaya. Tu mensaje llegará a 13 directivos de Konecta y seis del Banco Santander (incluido Emilio Botín). El envío de mails es tan sólo una de las patas de esta lucha, que se concreta en acciones periódicas ante la empresa, sus propietarios y clientes. No pararemos hasta que se haga justicia y Amaya sea readmitida. ¡Únete y participa!