Comunicado del Secretariado Permanente de la CGT
Ayer, la juez de la Audiencia Nacional española Carmen Lamela empujó a portería vacía la pelota que el Gobierno, mediante la Fiscalía General, le puso delante de su pie. Esta jueza era la que estaba en el turno de guardia cuando llegó, de forma absolutamente casual, el expediente de dicho órgano político imputando el delito de rebelión a una parte de los miembros del gobierno de la Generalitat. Se da la curiosa, azarosa y nada premeditada circunstancia que se trata de la misma juez que ha enviado también a prisión sin juicio hace pocos días los presidentes de Òmnium y el ANC. Como también es absolutamente casual, teniendo en cuenta que vivimos en un paraíso democrático con una estricta y escrupulosa separación de poderes, que se trate de la misma persona que, por ejemplo, dictó de prisión provisional para los 5 chicos de Altsasu que llevan 354 días encarcelados por una pelea de bar con guardias civiles a su pueblo, y que están encausados por delitos de terrorismo. Parece claro, pues, qué camiseta lleva puesta la "justicia" al órgano judicial heredero del Tribunal de Orden Público (TOP) franquista.
La CGT de Cataluña ha combatido en la calle las políticas sociales y laborales del gobierno de la Generalitat, por ejemplo, haciendo huelga en el sector de la enseñanza pública y oponiéndose a la aprobación de unos presupuestos que consideramos antisociales. Y continuará luchando contra cualquier gobierno que pretenda agredir los derechos civiles, laborales y sociales de la clase trabajadora y del conjunto de las clases populares. Ahora bien, que nadie se confunda. Ayer asistimos a un montaje político-judicial del mismo estilo de los que estamos acostumbrados a sufrir nosotros en carne propia, del mismo estilo de los que a veces se han impulsado desde el propio gobierno autonómico catalán. Y del mismo modo que hemos denunciado y denunciaremos siempre estos comportamientos represivos, vengan de donde vengan,
Estamos a las puertas de la normalización y consolidación definitiva de un sistema represivo y punitivo que promueve y legitima comportamientos neofascistas, apoyados por potentes medios de comunicación cómplices y mediados por el estado directa o indirectamente, que aplauden la conculcación de los derechos más elementales. Seguimos bajo la amenaza de un contingente de 10.000 policías antidisturbios listos para descargar su violencia contra la población cuando consideren que deben hacerlo, o cuando reciban las órdenes oportunes.Davant de todo esto, llamamos a hacer frente a la represión y al sistema de venganza autoritaria que llaman "justicia". Si tienen éxito en sus propósitos, podemos estar seguras de que esta vía autoritaria será la forma de gestionar todos los conflictos sociales y laborales que se den en Cataluña de ahora en adelante. Y no lo podemos permitir. La respuesta debe ser popular, masiva y en las calles.
Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT
3 de noviembre de 2017
3 de noviembre de 2017